Sin categoría

Activación en un shopping

Existe en marketing una´forma de comunicación que se llama Activación, que consiste en llevar el marketing a las calles, para ir a buscar al cliente en su lugar de tránsito o compra, y sorprenderlo con una acción de marketing que valga la pena.

El éxito de estas acciones está en su frescura e impacto. Si está bien hecha, despierta en la gente entusiasmo, les hace pasar un grato momento y se corona con un aplauso de satisfacción y agradecimiento. Además, son ideales para poder viralizarse en medios tecnologicos. Y mirando los presupuestos de marketing, son generalmente bastante accesibles.

Miren la acción de activación realizada recientemente en un shopping de Buenos Aires. Realmente genial!

Marketing en 4 D

Cuanto todavía no nos acostumbramos del todo a la 3 D, de pronto surge la 4 D … y en el marketing.

¿De la mano de quién? De la empresa Ralph Lauren. El 10 de noviembre pasado, en la fachada de su tienda en NY, pasaron un video de 7 minutos donde se podía apreciar imágenes de la marca y de sus productos. Mientras se veía el video (en formato 3 D y sin necesidad de anteojos!) se lanzaba desde el edificio el nuevo perfume de la marca al público.

Vean el video. Vale la pena:

¿La experiencia al extremo? Esa parece ser la consigna de algunas marcas, en su ámbito de innovar. Este tipo de producciones son caras, muy caras (tanto la puesta en escena como la realización del video) pero valen la pena en términos de impacto y branding. Bienvenidas.

Te mando un facebook

La noticia de esta semana, no es ninguna novedad (hace meses que existía el rumor), pero finalmente se concretó: Facebook ha lanzado su propio sistema de correo electrónico llamado Titan.

¿Por qué es una noticia importante? Hace tiempo que circula el concepto de Real Time Internet, que define la nueva forma de comunicación entre los consumidores. En esta nueva modalidad, el tradicional correo electrónico parecería fuera de época, dado que la preferencia de la gente  pasa ahora más por mensajes cortos e instantáneos, que por los largos, lentos y tediosos e-mails. Es más, las estadísticas indican que los más jóvenes prefieren los SMS, los “Tweets” o los muros de Facebook, que los “antiguos” e-mails.

Dado que se trata de un medio “anticuado” (si podemos llamar así al e-mail…), ¿por qué Facebook decidiría lanzar esta aplicación?

Por dos motivos:

El primero, como parte de la estrategia de integrar en un solo lugar a todos los medios de comunicación: SMS, chats, y ahora correo electrónico (con el sufijo facebook.com) y quién dice en un futuro telefonía.  

El segundo, como parte de una “guerra” contra Google, atacando de lleno una de sus cartas ganadoras, el servicio de gmail.

Apasionante el mundo de la tecnología y cómo evoluciona y revoluciona el mundo de las comunicaciones entre personas. ¿Qué vendrá luego?

Un buen nombre es lo más valioso que uno puede tener

“Un buen nombre es lo más valioso que uno puede tener”. Es una publicidad histórica, del Banco Rio.

¿Se acuerdan? Ganó muchos premios, tuvo muchísima difusión, su slogan se impuso. Y sobre todo, utilizó el recurso de los “niños”, pero usado con frescura y relación con el concepto de “Nombre” y su importancia.

Ahora bien … las paradojas del destino … lo que pregonaba el aviso en su cierre …” y durante toda la vida”, en este caso no se dio. El banco fue comprado por el Santander de España, y su nombre está en proceso de desaparición … ahora es el Santander Río, con grandes colores rojos en lugar de azúl, y el barquito y el río han desaparecido …

¿Qué quedó entonces de esta promesa? NADA. Obviamente, en el fondo, lo importante es la trayectoria y el comportamiento, donde la semántica del nombre pasa a segundo plano. En definitiva, el comportamiento y su performance es lo que hacen a una marca, más allá del nombre que querramos imponer.

¿Entonces? Una buena idea, puede no sostenerse en el tiempo. A tener cuidado.

PD: Una perlita más … su slogan era “un paso .. ADELANTE”… que hoy es el slogan de tal vez su principal banco competidor, el BBVA (adelante!). Interesante, ¿no?

Escuchar

Una de las máximas clásicas del marketing dice que es clave escuchar a los consumidores y clientes, como pilar para poder construir propuestas de valor de para ellos.

Hoy por hoy, esta definición no es ninguna novedad. Todas las empresas se ufanan de hacerlo, de que este ejercicio es sin duda un factor de éxito. Nadie podría negarlo.

Dicho esto … ¿es tan así? ¿Las empresas realmente escuchan?

Uno de los ejercicios más usados y útiles son las investigaciones de mercado. Son fundamentales y dan información cierta y de primera mano no sobre la opinión de consumidores y clientes. Otro ejercicio similar son las encuestas de satisfacción, un termómetro eficaz de la situación de los clientes sobre el desempeño y posición competitiva de las empresas.

Sin embargo, tanto las investigaciones como las encuestas de satisfacción, son ejercicios poco frecuentes y que resultan ser insuficientes. El día a día de los negocios requiere una escucha más cercana, más activa, y para ello las investigaciones de mercado no alcanzan (o son muy caras para hacerlos con demasiada periocidad). ¿Entonces? ¿Cómo hacer para escuchar?

La realidad, es que los clientes hablan, y mucho, solo es cuestión de escucharlos.

Una de las formas más fáciles, es prestar atención a la transaccionalidad, a la forma en que se relacionan los clientes en sus operaciones con las empresas, y lo que dicen y expresan en cada contacto. Un buen CRM (customer relationship management) ofrece un caudal de información muy cierta, barata y accesible. Hoy la mayoría de las empresas cuenta con estos sistemas CRM y compila esta información, pero pocos la usan para la escucha.  Analizar esta data es una gran fuente de inspiración y la mejor forma de obtener la opinión de los clientes en forma directa.

Un plus son las quejas y reclamos: un cliente que se queja, es un cliente que nos alecciona sobre lo que hace falta, lo que realmente espera del producto o servicio contratado. Vale la pena escuchar las quejas y reclamos (y no intentar taparlas u olvidarlas).

En esta sintonía, se puede escuchar también al cliente que se fue. Una llamada a los clientes que huyeron, desnuda debilidades sin condicionamientos: es un cliente que nos utilizó, nos comparó y en cuya comparación perdimos. En la misma línea, se puede consultar también al cliente que directamente no compró, preguntándole abiertamente  ¿por qué no?

Otra forma es preguntarle a la gente de contacto. Este personal es la verdadera puerta de entrada de los clientes a las empresas, y su información es de primera mano, y riquísima. Escucharlos a ellos, es escuchar a los clientes, dado que son los que tienen la relación más franca, abierta, permanente y profunda con los clientes.

Por último, mirando las nuevas tendencias en el marketing, las redes sociales son un espacio para esta escucha muchas veces inexistente. No es casualidad que algunas empresas se “resistan” a estar presentes en estos medios. La principal razón es el No querer escuchar cosas negativas y de esta forma sentir que la marca se verá afectada.

Es un planteo muy interesante, pero inocente. ¿Las redes sociales “crean” estas opiniones negativas? Definitivamente no, estas opiniones, de existir, son anteriores o para nada culpa de este medio. Es cierto que al prestarse a escuchar, uno se abre a comentarios buenos y malos. Es cierto también que el miedo o la resistencia al cambio es un factor no menor, y que justifica la no acción. Pero hay empresas que han superado este miedo, y han encontrado en las redes sociales un espacio para escuchar, para aprender, para dialogar, y en esta apertura han logrado relaciones más fuertes y un canal de comunicación genuino.

En definitiva, escuchar es un verbo, una acción, una forma de gestionar también. Escuchar de verdad a los clientes requiere de compromiso, de valentía y una apertura mental no menor, que tal vez no todas las empresas están maduras para encarar. Escuchar verdades nutre, fortalece,  ayuda a mejorar y a estar más cerca de los clientes. Pero también requiere un cambio interno, el no ponerse a la defensiva, el disminuir el ego, el saber aceptar críticas y aprender de ellas.

Escuchar es así un método maduro para construir un marketing más poderoso.

Pastas rellenas de espera

Va una anécdota personal.

Mi mujer es fanática de una fabrica de pastas que queda muy cerca de mi casa.  Siempre halaga sus productos, su buena calidad y frescura. De tanto ir y comprar, ya ha entablado una relación con las vendedoras del local. Ha ido con nuestros hijos, los conocen, y no hay ocasión que no le preguntan por ellos.

Lo que se dice tradicionalmente: un cliente fiel, leal, que viraliza su opinión favorable y que ha entablado una relación emocional con el local.

Sin embargo … hace meses que mi mujer no compra más las pastas en el local. No sólo eso, me ha “sugerido” alguna vez que tampoco lo haga más ahí y vaya a otra fábrica de pastas, un poco más lejos y no tan “ricas”.

¿Por qué? Simplemente, por la espera. El ir al negocio tradicional, representa “perder” fácilmente entre media hora y 40 minutos para que te atiendan, mientras que el otro lugar tiene una espera máxima de 15 -20 minutos.

Es decir, para mi mujer, importa el producto y mucho… pero el esperar tiene una connotación aún mayor.
Es tal, que no lo importa sacrificar el producto, con tal de no tener que esperar tanto. Y en esta evaluación la supuesta relación entablada no juega ningún factor de retención.

En definitiva, nunca hay que confiarse en un solo aspecto de nuestra propuesta de valor. Es importante evaluar también como los factores de servicio y experiencia pueden pesar tanto o más que cualquier producto, aún el mejor!

Producto delicioso

Vean este video: IPAD is delicious

Apple sorprende por su buen marketing siempre, y acá tenemos un ejemplo más de esto.  El producto IPAD, que ya es un éxito en el mundo, es un producto muy novedoso e innovador, que ha sido muy alabado por los “técnicos” del mundo.

No todos los productos son comprados por su caracaterísticas técnicas. Y este video lo prueba, dado que convierte una computadora en algo realmente “delicioso“. 

Se dice que uno sólo tiene que ser bueno, sino también parecerlo … este video prueba entonces cómo la utilización de la comunicación y lo visual pueden facilitar la aceptación y “valor” en un producto. No hay voces en off ni nada … no hace falta…y son sólo 30 segundos…

Una joyita. ¿No dan ganas de tenerlo?

Twitter y la Biblia

Recientemente leí una nota donde se publicó que un inglés  llamado Chris Juby se ha propuesto resumir la Biblia mediante Twitter. Su cuenta es @BibleSummary y continuará enviando su texto hasta el el 8 de Noviembre de 2013.

¿Su objetivo? Inspirar a cristianos y no cristianos a leer la Biblia y entender y asimilar su significado.

El leer esta nota, por demás interesante, me despertó 2 reflexiones:

– ¿Quién hubiera pensado que esta herramienta tecnológica sería un “medio” para distribuir conocimientos religiosos?
Si bien la Iglesia se ha “adaptado” algo a la tecnología, con propias páginas web y blog, sería impensado años atrás que en 140 caracteres diarios de propagaría la palabra santa …

– Una más, tal vez personal … !Qué discipllina la del sr. Juby, para dedicar su tiempo (estimado en 3 años) para tan ardua tarea durante 3 años!

Felicitaciones a su constancia y a su disciplina.

Dr House y el Marketing

Una de mis series favoritas es Dr. House.

No porque me guste particularmente la medicina (de hecho, entiendo muy poco), sino lo que me encanta es la aplicación del método científico en la resolución de problemas médicos de altísima complejidad y riesgo.

Dr House es una serie de Sherlock Holmes (de hecho el nombre House es un guiño cómico a Home) que a través de la inducción, deducción, hipótesis, etc., va encontrando su camino a la solución práctica. Es un proceso de “ensayo y error” que no pocas veces los pone al borde de la muerte. Si no funciona, se pasa a una nueva hipótesis, y así sucesivamente.  Y cómo es una serie de TV, los pacientes se salvan (o casi siempre, muchas veces milagrosamente).

¿Qué tiene que ver Dr. House con el marketing?

En marketing nos encontramos con situaciones similares. Cual doctores, somos convocados dado que las empresas tienen problemas, que desean solucionar y no saben como.

Pero como en la serie Dr. House, los problemas son los síntomas, pero no las causas. Nuestro rol es entonces hacer un buen diagnóstico de situación, para poder atacar los orígenes de esos síntomas. El desafío es que muchas veces no tenemos ni el tiempo ni los recursos para realizar el análisis de situación que se debería. La ansiedad obliga a acortar caminos y llegar rápido a propuestas de cambio.

En estos casos, y cual detectives del marketing, apelamos a nuestra experiencia y nuestro conocimiento para manejar hipótesis. ¿El producto o servicio ha perdido competitividad? ¿La marca no está siendo trabajada correctamente? ¿La estrategia de canales no es efectiva? ¿La comunicación desplegada es inconsistente?. Con unos pocos indicios, se puede arriesgar las hipótesis posibles, y sobre ellas si focalizar el análisis.

Como Dr. House, el conocimiento adquirido en la escuela más la experiencia en los negocios permiten ser muy certeros con estas hipótesis y de esta forma ser muy efectivos: en el acierto del diagnostico y en la celeridad de las propuestas correctivas.

Sin la carga emocional de la serie, el trabajo de marketing puede ser muy similar al trabajo de un doctor (y famoso).

 

¿Es nuevo el vínculo emocional con los clientes?

Se dice que la publicidad y el marketing deben proveer experiencias, y cuanto menos racionales y más emocionales son…MEJOR.

¡Es verdad!. En un mundo competitivo donde los productos se parecen y se copian, y donde el diferencial funcional es cada día más difícil de lograr, la emoción que nos trae una marca puede hacer una diferencia y definir comportamientos de compra.

Ahora bien … esta verdad tan afamada, ¿es de ahora, nueva o es de siempre?

Veamos esta publicidad histórica, que debe tener más de 30 años seguro …

¿Quién es Justin Bieber?

Es la misma pregunta que me hice algunos meses atrás, en un curso que estuve dictando, cuando me presentaron el caso unos alumnos. “¿Quién es Justin Bieber?”

Si Usted es uno de los tantos individuos de este planeta que aún NO lo conoce, bienvenido a mi club.
Pero sepa que se pierde algo importante, porque Justin Bieber, un cantante adolescente de 16 años nacido en Canadá, es el nuevo ídolo adolescente.

My World, su primer disco, que salió a la calle en noviembre del año pasado, ya superó la barrera del millón de unidades vendidas, y My World 2.0, el siguiente album que apareció en marzo de este año, ya supera el millón de copias vendidas y se ubica como el título más exitoso en lo que va del año
– es el primer artista en toda la historia de la Billboard Hot 100 en tener cuatro sencillos de un álbum debut en el Top 40 antes del lanzamiento de álbum
– sus cuentas de Facebook y Tweeter explotan!
– su video “Baby” es récord en Youtube, con más de 300 millones de visitas (sí, leyo bien). Vean el video y me cuentan.

Antes de leer este post … ¿no sabía quién era? ¿No le gustó la música? ¿Le parecio bajito, y con un flequllo desalineado algo molesto? Es que, … Justin NO es para Usted. Bienvenido a la segmentación en el marketing.

Como regalo, un video más, donde se ve la relación entre Justin y sus fans.

Vender ya no vende

Mejor dicho, la forma “tradicional” de vender, ya no vende … como antes.

Es que el acto de compra ha cambiado. El nuevo consumidor tiene cada vez más poder de decisión y menos permeabilidad ante la actitud tradicional de la venta.  

 

Es un cambio que parece sútil, pero fundamental. El consumidor, si quiere comprar, tiene hoy a su disposición “múltiples” canales para poder comprar, y con información suficiente para poder llegar al momento de la transacción con la decisión bastante cierta y cerrada.

 

¿Entonces, la venta tradicional no tiene más lugar?

Lo tiene, pero en forma distinta. Ya no es cuestión de presentar una oferta y “presionar” con argumentos convincentes, para elegirnos. El discurso de los beneficios, tiene gusto a poco.  

¿Qué se requiere hoy? Una vía es por el lado de la sorpresa. Los consumidores son ávidos de ofertas y promociones e incentivos YA, con cosas diferenciales, distintas, que respondan a la pregunta “vale la pena”. La “escasez”; la “exclusividad” son ejemplos del concepto sorpresa.

 

Con una oferta concreta, innegable, ganadora, se puede romper el proceso de compra cerrado y que el consumidor nos dé una oportunidad para escucharnos.

 

 

Federer y un video viral

El sueño de muchos publicistas es generar un video viral, que valga la pena “retransmitirlo” y que genere un boca a boca interesante.

Acá tenemos un ejemplo, es el nuevo video de Federer que al momento de escribir este post tenía más de 5 millones de visitas en Youtube y miles de comentarios en diversos medios

¿Qué lo hace interesante?

No sólo que sea Federer … que no es poco. Básicamente, por su caracter casero, es el “backstage” de un video oficial para Gillette, donde se filma informalmente un reto a la puntería de Federer, onda Guillermo Tell. Pero no sólo eso, sino el caracter de misterio … ¿Es real o no es real? ¿Esta trucado?

Ambas combinaciones hacen una mezcla clave para triunfar en estos formatos: su “informalidad” y su atractivo “intrigante”. Buenísimo.

Los agujeros del marketing

En marketing tradicionalmente, pensamos en las 4 Ps. Es clave un buen producto, el precio adecuado, un medio de llegada al cliente y la forma de promocionarlo.

¿Está mal? NO! Pero no es suficiente.  

Es que los consumidores no evalúan el marketing desde estos factores solamente, sino que su percepción es mucho más amplia. Todo lo que relaciona al consumidor con la marca y la empresa entra en juego.

Es aquí donde surgen los “agujeros” del marketing. TODO JUEGA para la percepción del consumidor. Desde la limpieza de un lugar, hasta la amabilidad de un portero,  la disponibilidad de papelería para completar un formulario, del disquito de atención telefónica o la lentitud de un pagína web.

Es que el marketing tradicional, está lleno de agujeros, que lamentablemente se llenan de significado y percepciones, y es en base a ellos en que los consumidores terminan decidiendo donde invertir su dinero (es decir, gastar, comprar).

Estos agujeros son múltiples, demasiados… y se van del ámbito tradicional del área funcional de marketing de cualquier empresa. Esta falta de control directo, sin embargo, no lo inhibe de su responsabildad. Hay que cubrir esos agujeros, y es tarea de la gente de marketing que eso ocurra. Ya no sirve el argumento “esa no es mi tarea”. Puede ser cierto, pero no es argumento lo suficientemente válido para la disculpa.

Es una tarea titánica, enorme, frustante y difícil. Pero si no se hace, estos agujeros se agrandan, y son espacios que dejamos libres para que nuestros competidores nos ganen de mano.

Publicidad en cámara lenta

Miren este video de una publicidad de cerveza, en camara lenta

En un sector donde todo parece inventado, donde ser “original” cuesta y mucho, podemos ver en esta publicidad como aún hay margen para crear cosas interesantes.

En este caso, el “recurso” tecnológico se destaca, más que el producto, o sus beneficios, etc.  Pero el recurso está tan bien logrado, que le agrega valor al mensaje, y lo hace realmente muy atractivo. Y ni hablar de la música de fondo.

Espero que lo disfruten como yo …  

La tecnología y el respeto

Esta nota es diferente a las que estoy acostumbrado a escribir en este blog.  El motivo es el sentimiento encontrado que tengo sobre los beneficios asociados al desarrollo de la tecnología de las comunicaciones versus el respeto que muchas veces se termina faltando cuando se la usa.

El estar “conectado” permanentemente, lo que es una ventaja y una realidad, tiene un límite que no debería atravesarse, que es el respeto hacia el otro. ¿Cuándo lo veo?

Les comparto algunos ejemplos. Uno, un clásico, un celular sonando en un cine o en una obra de teatro, y lo peor, que se responda!. Otro ejemplo, más común, el estar en una reunión o en una charla de café, y que, porque el teléfono suena “da derecho” a interrumpir la conversación, para contestar. Dentro de este ejemplo, hay otro más “sutil”, pero igual de irrespetuoso, cuando también en una reunión, uno de los participantes se desentiende de la reunión y lee o contesta mails desde su Blackberry como si nada. El último ejemplo, es cuando doy clases, me ha pasado muchas veces el estar dictando una, y que un alumno decida atender el teléfono y sin descaro atender. O que se la pasen contestando mensajes de texto o mails, sin culpa.

¿Que une a todos los ejemplos? El respeto, o en realidad, la falta de respeto. Propongo entonces priorizar el respeto sobre cualquier tecnología. Si estoy en una reunión, apagar el celular y no contestar mails. Si me siento a tomar un café con un amigo, y suena el teléfono, no contestar o si lo hacemos, SIEMPRE pedirle permiso a la otra persona para atender. Y en las clases, cines, teatros,etc., apagarlo SIEMPRE.

¿Es mucho pedir? Bienvenida la tecnología, siempre que sea respetuosa y priorice las buenas costumbres.

Google y el fracaso

Google hoy es una de las empresas más valoradas del mundo. Según en ránking BrandZ 2010, ocupa el número uno mundial, con un valor de marca U$S 114,000 millones de dólares. También es la mejor empresa para trabajar según la revista Fortune, recibiendo miles de solicitudes de empleo por día.  

Ahora bien, ¿es Google infalible?. NO, por supuesto. Google también puede fracasar. El mejor ejemplo es Google Wave (vean el video que adjunto).

Google Wave fue lanzado con bombas y platillos, como una herramienta revolucionaria, luego de años de trabajo e inviertiendo mucho dinero en su desarrollo y lanzamiento. Sin embargo, no funcionó.  Google reconoce que Google Wave ha sido un fracaso por la falta de seguimiento de los usuarios lo cual ha obligado a la compañía a finalizar el desarrollo del servicio y acabar con él a final de este año.

¿Google puede fracasar? Por supuesto. El ser la número 1, y exitosa, no te vuelve infalible. No existen las empresas imbatibles o a prueba de errores. Googel es un ejemplo más de que nunca se puede dar por sentado, que una buena idea o producto, es suficiente y que los consumidores, por ser “de Google”, van a comprar o adoptar cualquier cosa. NUNCA es así. Por más marca que haya detrás, los consumidores adquieren y usan aquello que les sirve y les es útil.  

Google también puede fracasar. En el fracaso, es valorable siempre el riesgo de querer hacer más, cosas distintas, superadoras. Y también aprender del error. Les copio las palabras del CEO de la compañía: “we celebrate our failures. This is a company where it is absolutely OK to try something that is very hard, have it not be successful, take the learning and apply it to something new.”

El marketing de los vínculos

Esta nota fue escrita junto con mi mujer, la Lic. Magalí Levinton

Es cada vez más común ver en los programas de TV más exitosos, como los escándalos de los famosos y artistas, los “realities” de la vida, ganan espacio y rating.  Son un éxito, de gente, de atracción y de miradas.

 

¿Por qué motivo el espectador promedio se siente tan atraído por cuestiones que pueden llegar a ser tan íntimas, pero al mismo tiempo tan ajenas?  Un ejemplo claro, es un personaje televiso que, al parecer, lo tiene “todo”. Un personaje que expresa públicamente aquello que forma parte de su intimidad. Que muestra su casa, su hogar, sus hijos, su vida privada, sus amores y desamores, sus conquistas, sus peleas, sin que haya ningún límite de privacidad o pudor en lo que se muestra y expone.

 

Pero este ejemplo no es el único. Hay muchos otros: la madre que descalifica públicamente a su hija, el padre que cuestiona a su nuera, la hija que se desentiende de su madre, la amiga que no es más amiga, la ex que se pelea con la actual, etc.  Todos estos conflictos son noticia. Son encuentros y desencuentros que se consumen y se compran ávidamente.

 

¿A qué se debe que estas historias sean tan atractivas? ¿Qué es lo que se pone en juego para la gente?

Una constante que se puede observar en estos casos, que se pone más en evidencia, son los vínculos íntimos entre estas personas. Los espectadores no pierden detalle de estas historias personales, las “creen”,  y lo más interesante, las viven casi como propias.

 

Este querer saber, querer mirar y, porque no, querer formar parte de la vida de otros, tendría que ver con la imposibilidad del encuentro con lo propio. Una dificultad que se acentúa en estos tiempos, en los que el reloj marca un ritmo muy acelerado. Es que actualmente la carencia en los vínculos permanece a la orden del día, aunque el espectador no esté advertido del todo. Esta carencia lo impulsa a “comprar” lo ajeno. Se evidenciaría así un empobrecimiento en las relaciones íntimas, en la imposibilidad de formar lazos personales, en la dificultad de mirar a un par real, de carne y hueso.

 

Se prefiere relacionarse, pero a través de otros, reflejando la soledad y el vacío emocional de muchos. Podemos hablar entonces de una falla en los propios vínculos, que lleva a “engancharse” en los vínculos de otros. Los medios masivos sacan provecho de estas carencias, y dan “letra” a lo que quiere la gente. La fantasía mediática parecería entonces llenar, aunque sea por un instante, ese vacío emocional. Vale más una hora del programa con más rating de la TV, que el silencio y la mirada de alguien real, familiar, cercano.

 

Lamentablemente, esta fantasía es, en definitiva, un engaño. Ninguna relación ajena puede reemplazar la vida propia, ni ocupar espacios que son personales. Quien compra la novela televisa, sigue siendo prisionero o presa de su propia desdicha, que ningún vínculo externo puede reemplazar.

 

Encuentro con lo extraño y desencuentro con lo más íntimo son, en definitiva, ejemplos que reflejan lo que sucede con los vínculos propios y ajenos.

Social Media Marketing – los primeros pasos

Mucho se habla de Social Media Marketing (es decir, hacer “marketing” en redes sociales, como Facebook, Twitter, Youtube, etc.). Se dice mucho, se pondera más, pero se analiza poco su intención e impacto.

En esta nota me gustaría analizar un poco de que se trata cuando hablamos de Social Media Marketing y que podemos pretender.

El primer punto a entender, es que cuando hacemos Social Media Marketing, el eje del esfuerzo es incluir contenido propio en estos medios. En un espacio donde la información pulula en forma dinámica y ágil, donde los consumidores son los dueños e interesados en esta comunicación, de pronto como empresas comerciales incluimos un contenido determinado. Si bien no interrumpe como un comercial de TV o radio, puede ser fácilmente rechazado o ignorado. ¿Qué tiene que tener entonces el contenido? Tiene que ser RELEVANTE para ellos. Tiene que ser interesante, tiene que valer la pena. Y sobre todo, tiene que tener la “onda” de los que ya están en esta conversación. Si no, va a sonar descolocado, desubicado, y poco precedente.

El segundo punto a considerar, es lograr que el contenido sea lo suficientemente relevante para invitar a los consumidores a que quieran compartir y diseminar (viralizar) el contenido incluido en ese medio social. Si este contenido lo logra, se dice que pasa a ser RESONANTE. La mejor forma de medir su resonancia es en función del grado de viralización logrado. Si el contenido incluido es compartido y valorado, nos muestra que hemos logrado no solo captar la atención, sino promover una acción activa de nuestros aliados.

El tercer eslabón en Social Media Marketing, es el punto máximo de nuestro esfuerzo, y es lograr que nuestra marca o empresa sea REPRESENTATIVA o REFERENTE en estos medios. Este escalón se logra con un fluir de contenido relevante y resonante en forma consistente. Que no sea un esfuerzo puntual o aislado, sino algo constante y con visión de largo plazo. Al llegar a esta instancia, las marcas logran de sus consumidores que les sean leales y fieles, premiando esta estrategia con lo que más importa: ser parte de sus vidas.

En definitiva, una estrategia de Social Media Marketing no se limita a abrir una cuenta en Facebook y listo. Requiere tener más que claro el objetivo de esta acción y sobre todo un compromiso interno con la generación de propio contenido. Si bien puede ser estresante o incómodo al inicio, los resultados pueden ser muy gratificantes.  

Pianista

Miren y escuchen esta canción (es de la película Amelie).

Se ven 4 imágenes de pianos, que se van sumando para completar la canción.

No son pianos reales. Son I-Phones … y lo que ven es el software aplicativo “Pianist” que logra lo que ven. Increible!!

Disfruten.

LinkedIn
Share
EMAIL
Scroll al inicio
Abrir chat
Marketing & Estrategia
Hola. Gracias por el contacto con Marketing y Estrategia. ¿En qué te podemos ayudar?