Efecto coronavirus: ¿y si recortamos el presupuesto de marketing?
En épocas de crisis, uno de los primeros lugares donde recortar es … en el presupuesto de marketing. Cual botiquín de primeros auxilios, es el primer lugar a recurrir en los peores momentos. En este caso, crisis coronavirus mediante … no es la excepción.
¿Podemos hacer una defensa del “marketing en tiempos de coronavirus”? Si, obviamente. Pero siempre con la mirada, de la inversión, del que pasa después, de la apuesta a la marca, al cliente y a la relación con ellos. Estos conceptos, más la disponibilidad de “caja” para poder hacerlo; cuando la situación es asfixiante, el dinero no alcanza y los salarios están en riesgo, seguramente cualquier defensa es poco viable.
Sin embargo, si aún hay margen de maniobra, debemos mantener el presupuesto de marketing por estas razones…
- Hoy más que nunca comunicar es estar presente, son pocos momentos donde los clientes están esperando algo de nosotros: éste es uno de aquellos momentos;
- La gente está más en casa, con tiempo libre, y permeable a escuchar y a dedicarnos algo de su preciosa atención;
- Lo que hagamos en épocas de crisis va a ser más recordado que nunca, dado que se le suma el componente emocional que afianza recuerdos en la memoria y los hace perdurar más;
- En un momento de las marcas callan, los que puedan decir algo tienen doble chance de destacarse y aprovechar esa ventaja ahora y seguramente mañana;
Pero más allá del presupuesto o no, creo que una actitud “procliente” es la que podria desplegarse en estos tiempos y que pueda hacer la diferencia. Un llamado, un mensaje privado, un gesto, son acciones a desplegar; flexibilidad, criterio, sentido común, tranqulidad y paciencia son atributos a destacar.
En definitiva, realmente marketing funciona como un botiquín de primeros auxilios. Pero no para extraer las últimas monedas de quedan, sino (si se puede) para aprovechar la oportunidad para reforzar los vínculos, contribuir a la marca y preparar el terreno para la post crisis.