El otro día estaba cenando en la casa de una pareja amiga, y uno de ellos de pronto exclama: “menos mal, me acorde que hay que grabar la serie”. Toma el control remoto, toca 2 botones y listo: se aseguró ver su programa favorito.
El juego de la publicidad televisa se basa en poder contar con un televidente que no tenga muchas opciones para evitar la tanda. El control remoto y la venida del zapping fue un factor de riesgo para el recurso publicitario. A éste se la ha sumado otro riesgo más: el programa grabado.
En algunos países es un hábito instalado. Por ejemplo, en Bélgica, uno de cada 3 espectadores ve su programa de TV favorito grabado. Pero lo llamativo, es que en estos casos el 80% saltea los avisos con un simple “fast forward”.
En lugar de quejarse, Volkswagen en Bélgica ha decidido hacer frente a este hábito inventando el “slowmercial”, un aviso en el que se muestra lo mismo, sea cual sea la velocidad a la que se ve. Es muy simple: el spot sólo muestra un coche que va abriendo la capota lentamente con un texto estático encima. De esta forma, el contenido del anuncio es accesible tanto para aquellos que ven el anuncio a la velocidad normal como para los que se saltan la publicidad de su programa grabado.
Vean el video.
¿La solución? Por supuesto que no. Pero una respuesta creativa a una realidad creciente.