Esta nota está dirigida a expertos y no expertos en marketing digital. No voy a hablar de animales ni de política. El pingüino que hace alusión el título se refiere a la nueva actualización del algoritmo de Google, llamado Google Penguin, lanzada el 24 de abril de este año y que ha traído algunas repercusiones.
Hasta ahora Google siempre premió a las páginas que habían hecho bien los deberes y desarrollado un buen SEO (optimización) con altas posiciones en los buscadores. Pero este nuevo algoritmo introduce la penalización (concepto de SEO negativo), lo que ha despertado críticas. ¿Por qué? Por lo difícil que resultaría entonces ahora “optimizar”, dado que mucha optimización es bienvenida, pero si te pasas y te excedes, te ves penalizado.
¿Qué penaliza Google Penguin? En principio penaliza a las llamadas “webspam”, o sea páginas que logran estar en los primeros lugares de las búsquedas de Google pero mediante artilugios diversos (ver Webmaster Quality Guidelines), defenestrando a aquellas páginas que sólo trabajan en función de lograr más tráfico y castigando abusos. Pero así como Google premió siempre la buena optimización SEO, ahora también castiga el uso excesivo de la optimización SEO, lo que puede ser confuso.
Este giro de Google ha despertado polémicas y no ha sido bienvenido del todo por la comunidad digital. Algunas páginas con mucho uso de las herramientas de optimización SEO se han visto “castigadas” y desaparecer del mundo de Internet, no siendo indexadas por Google y con el consecuente efecto negativo (pérdida fuerte de tráfico). Una especie de censura, así argumentan.
Si NO es experto en marketing digital, ¿Usted cree que al usar Google, uno surfea Internet? ¡NO! Uno accede a lo que Google considera que te interesa de la red, no lo que realmente existe. Un criterio muy particular y subjetivo, que parece agravarse con la maldición del pingüino.