Esta nota no es mía, sino que es de Ricardo Backer (ex Director de Korn Ferry) publicada en La Nación, y me pareció muy interesante para compartir.
¿Qué me llamó la atención? La lucidez en detallar una situación del mercado laboral, de esas que no nos dicen los libros o no nos enseñan en la Universidad. Un cambio de paradigma que viví y vivo de cerca, y donde me siento identificado. Con una salvedad: Ricardo menciona que este proceso se da en la mitad de los cincuenta: yo aventuraría que este proceso se da cada vez más, a una edad más temprana.
Disfruten.
La gerencia, sólo un paso en la carrera
Una de las consecuencias de los cambios que están ocurriendo es que hay una modificación en el paradigma de cómo se vive una carrera profesional gerencial. Antes, una carrera gerencial era la culminación de una vida profesional; hoy en día tiende a ser un paso intermedio con un final predecible, al cual seguirá una nueva etapa.
¿Por qué? Por un lado, por una reducción de las posiciones “interesantes” que hay en el país. Relativamente pronto en su carrera, un gerente va a tener que optar entre comenzar una carrera internacional o seguir aquí en posiciones quizás menos atractivas y peor remuneradas. Si sigue la carrera internacional, en un plazo entre cinco y 15 años es posible que decida volver y las posibilidades de reinsertarse en relación de dependencia son de un 50% a lo sumo, así que tendrá que pensar en alternativas (sigue…)
En las empresas multinacionales, en un mundo económicamente más chico, un país que ha perdido posiciones relativas en cuanto al atractivo de inversiones, y con un proceso de regionalización donde muchas posiciones de buen nivel se establecen en los países vecinos, hay menos lugares por ocupar, y cada vez son más exigentes los requisitos. Por lo tanto, hay una permanente presión en los niveles altos por darles posibilidades de desarrollo a talentos jóvenes, y eso crea inestabilidad para los más maduros.
Es muy posible que las empresas nacionales o regionales tomen un lugar relativo más importante en la economía, y allí habrá posibilidades adicionales, pero se las encontrará muchas veces algo más limitadas.En este escenario, sea por decisión propia o de las empresas, es muy baja la probabilidad de que un gerente continúe trabajando hasta la “edad de la jubilación”. Es más posible que en la segunda mitad de sus 50 sea reemplazado o decida retirarse.
También es probable que, ante la extensión de la expectativa de vida, cuando llegue ese momento no tenga reunido el capital necesario para vivir al nivel que aspira por el tiempo de sobrevida. O quizá sí, pero al mismo tiempo estará lleno de energía y experiencia que no querrá desperdiciar. Por lo que tendrá que buscar opciones fuera del mundo de relación de dependencia y pensar en estas alternativas.
Y aquí viene el cambio de paradigma. En estas alternativas, los profesionales ingresan en un mundo que no asegura un ingreso constante, sino que va pagando a medida que uno genera valor para alguien, una empresa o un cliente.
En primer lugar, la consultoría. Aquí muchos se sorprenden al descubrir que no consiste solamente en aplicar lo que uno aprendió, sino que es una profesión totalmente nueva, donde hay que aprender a conquistar clientes, hacer alianzas, convivir con socios o aliados, pergeñar propuestas, estar abiertos a realidades diferentes de las que uno conoció, y donde en última instancia uno se convierte en un empresario del conocimiento acumulado. Por otro lado, muchos ingresan a nichos sobre la base o no de su vida anterior, que pueden ser comerciales, de servicios o industriales. También, por la tendencia a no aumentar la estructura de costos, hay un campo para trabajar en empresas, no en relación de dependencia, sino en proyectos específicos, trabajando por resultados o como costo variable.
Así que opciones no faltan. Lo importante es que nada llegue como sorpresa, sino que encaje en un esquema previsto. Y que uno vaya tomando las decisiones apropiadas con la conciencia de que cada quien es artífice de su carrera y de ir construyendo las plataformas necesarias para que esa última etapa sea una llena de gratificaciones y descubrimientos positivos.