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Compitamos por precio

Esta nota fue publicada en la Universidad de Palermo.

Competir por precio está ciertamente en la agenda de los hombres de negocios, directores de unidades, responsables de productos y gerentes comerciales. Ante el mercado,  y en una contienda competitiva,  solemos ofrecer un mayor descuento, una rebaja o directamente un presupuesto más bajo.  Es muchas veces la carta ganadora para el éxito comercial, es el más común de los caminos, lo que más se escucha y lo que más pasa en el trascurrir de los negocios, en el día a día. Un precio más bajo que los demás, parece ser la fórmula del éxito. Por lo tanto, ¡compitamos por precio!

¿Es una buena estrategia? Seguramente, y para las empresas, NO, porque un menor precio tiene un impacto directo en la rentabilidad. Competir por precio (o la guerra de precios resultante) se sostienen solamente si uno cuenta con una estructura de costos sólida que así lo permita. Pero aún así, es difícil crecer si nos apalancamos en esta estrategia de menor precio solamente. 

Se dice también que la competencia en precios no es del todo negativa, que cuando se compite por precio, pierden los competidores pero gana el cliente. Puede ser que sí, puede ser que no, pero es muy probable que también pierda el cliente, porque aquél que debió sacrificar margen para ganar la compulsa, por algún lado va a necesitar recomponer la rentabilidad perdida. En algo va a no cumplir con su promesa: un material distinto en calidad al pactado, un atraso en la entrega o en la producción, un servicio deliberadamente ineficiente, son algunas de las consecuencias de la adecuación de costos necesaria para mejorar los márgenes.

¿Por qué se compite en precio? Se compite en precio cuando las ofertas “convergen”, cuando lo que se ofrece “parece” todo  igual, cuando las propuestas se asemejan demasiado y los compradores no encuentran diferencias entre ellas. Les da lo mismo A que B, y al parecerles igual, la decisión pasa por el precio. Este escenario de convergencia, de parecer todo igual, de ofertas y propuestas demasiado similares, es lo que termina desembocando en la competencia por precios como único camino de éxito comercial.

Ante esta situación, podemos optar por el camino de las excusas, o trabajar para modificarla. Para torcer este destino de sólo precio, es cuando la magia del marketing agrega (o debería agregar) valor. Es el marketing el que debería trabajar para dar una respuesta. El marketing bien entendido ayuda a  encontrar la diferenciación, descubrir el factor diferente, a ser el puntapié inicial para salir de esa percepción convergente, y  plantear cosas distintas.

Marketing tiene múltiples caminos o alternativas para explorar: un mejor entendimiento de lo que realmente se quiere o desea;  la identificación de segmentos o nichos con características particulares no tan bien atendidas donde poder enfocarnos;, la búsqueda de nuevos ejes de discusión sobre lo que son los factores decisorios en la compra de un producto; el perfeccionamiento de los atributos que hacen a una oferta diferente;  la forma de comunicar, presentar o promocionar nuestros servicios;  el trabajo en el servicio, experiencia o delivery de lo pactado; el modo y la constancia en el mantenimiento de una relación activa y estar “ahí” cuando importa; o también el desarrollo del  intangible como es la marca y su percepción diferencial.

En definitiva, compitamos por precio si nos rendimos fácilmente ante la convergencia y la sensación de igualdad. Compitamos por precio si nos compramos el discurso de que no hay nada por hacer y el cliente compra sólo eso, precio. Compitamos por precio si relegamos al marketing a un rol sólo táctico y no le damos la misión estratégica de buscar espacios y caminos de diferenciación. Y compitamos por precio si no nos asusta que nuestra rentabilidad se vea perjudicada y que la sustentabilidad de nuestro negocio pueda verse comprometida si no hacemos algo distinto.

¿Una publicidad de 1 Segundo?

Los spots publicitarios tienen en promedio 30 segundos de duración. Las agencias y los creativos hacen maravillas para poder condensar todo lo que quieren decir en tan poco tiempo.  Es más, hay experiencias de spots muy cortos (de 10 o 15 segundos), y también una tendencia (cara) a hacer cada día spots más largos cuando el tema lo amerita (como si fueran videos o telefilmes).

Pero, ¿se puede hacer un spot de 1 segundo? Imposible, ¿no? No, para la agencia McCann Digital de Israel para la OCD Foundation.   El spot en cuestión pretende anunciar uno de los síntomas del TOC (trastorno obsesivo compulsivo). En lugar de recurrir a los típicos testimonios de pacientes de esta enfermedad, se decidió que el espectador pudiera sentir en primera persona qué es en realidad un trastorno obsesivo compulsivo.

De esta forma, y para poder leer lo que dice, la única forma de hacerlo es clickear compulsivamente una y otra vez el video. El mensaje reza lo siguiente: “Para mucha gente, realizar acciones de forma reiterada de forma inconsciente es algo común en sus vidas. Pero éste es sólo uno de los problemas a los que las personas con TOC tienen que hacer frente”.

 Vean el video, pero recuerden, sólo a través del clickeo repetido se puede ver el contenido …

¿Interesante? Un ejemplo de creatividad que nuclea atención y mensaje, todo en 1 segundo.

El auto invisible

¿Existe el auto invisible? Mercedes Benz lo hizo.

Para promocionar el atributo de CERO emisión de su auto, tomaron este concepto para desarrollar la pieza “Invisible Mercedes“. Mezcla de pieza publicitaria tradicional y activación, cubrieron un auto con TV LEds y lo pasearon por distintas ciudades de Alemania.

¿El resultado? Impacto en medios y casi 10 millones de visitas en Youtube.

La real mobilidad (con b)

Les comparto un resumen de la nota escrita por Nicolás Falcioni de Movilion. Me pareció excelente, dado que brinda una mirada distinta a la oportunidad del mobile marketing en nuestros países.

Cuando veo a emprendedores mobile de Buenos Aires pensando tal y como piensan sus pares de Silicon Valley me asaltan algunas dudas. Y después de leer este articulo de Erica Kochi, co-directora de Innovación Tecnológica en UNICEF, tiendo a confirmarlas.

Mientras en Argentina la mayoría de los desarrolladores sigue pensando en los smartphones, incluso en iPhones, Kochi insiste en lo que ella ve mientras viaja por Africa, por Asia y seguramente también por las provincias del interior de un país Latinoamericano: que los patrones de uso del teléfono móvil en estas áreas en desarrollo son muy diferentes a lo que pasa en las calles de Nueva York o San Francisco.

“Para los de Silicon Valley es difícil imaginar que el 70% de los dispositivos distribuidos en el mundo todavía son feature phones -dice Kochi-. La mayoría del mundo, especialmente en estratos de bajos ingresos y zonas rurales, sigue viviendo la revolución móvil a través de las limitaciones de la voz, el SMS y una conexión asíncrónica”.

Esas limitaciones producen creatividad. Por ejemplo, agricultores que usan el SMS para averiguar los precios de sus productos y mejorar su posición negociadora en los mercados. Una de las iniciativas de UNICEF es RapidSMS, una solución escalable y de código abierto basada en SMS para recolectar datos de forma dinámica. Sólo en algunos países de África subsahariana tiene más de 200.000 usuarios.

El iPhone no tiene la menor chance en un país como Kenia donde el 40% de la gente vive con menos de 2 dólares diarios. Otra condición: la robustez. “El Nokia 1100 es el teléfono más popular del mundo, a prueba de polvo, resistente al agua y con un sencillo sistema de menús. Y además tiene una linterna-dice-. Los teléfonos inteligentes son criaturas delicadas“.

Batería para una semana. En muchos lugares recargar el teléfono todas las noches no es una opción. Por último, bajo consumo de datos. Kochi dice que es poco probable que los datos bajen de precio tan rápidamente como los smartphones, así que incluso cuando éstos lleguen a ser lo suficientemente baratos como para un usuario medio en un país en desarrollo, no será capaz de pagar por su uso.”

Interesante, ¿no? Hay segmentos donde las aplicaciones para equipos sofisticados es una obligación. Pero también puede haber oportunidades en marketing para llegar a aquellos que no tienen ni tampoco tendrán en corto plazo acceso a tecnologías más caras. Para reflexionar.

Papá en calzones (¡Feliz Día!)

(como anticipo al Día del Padre del próximo domingo – ¡Feliz Día!)

La publicidad puede recurrir a “extremos” para escenificar situaciones y despertar la necesidad de consumo. Puede hacerlo apuntando al producto y sus atributos (camino trandicional) o puede hacerlo mostrando los beneficios (directos e indirectos) del mismo.

¡Qué mejor ejemplo de esto que la campaña de BGH para sus equipos de aire acondicionado!

Realizada por la agencia Del Campo Nazca Saatchi & Saatchi, esta campaña titulada en inglés “Dads in briefs” fue galardonada en su categoría en el Wave Festival de Río de Janeiro.

Hace tiempo escribimos sobre la importancia de “llamar la atención“. Esta pieza sin dudas lo hace y con creces, dejándonos esa “impresión” que puede ser disparadora de decisiones de compra.

 

¿Opción u obligación? (respuesta)

He recibido una cantidad importante de comentarios debido a la nota publicada ayer ¿Opción u obligación? Lo que me indica es que es un tema recurrente y no menor. Entre todas me gustaría compartir la respuesta de Matías Varone, donde describe una situación real similar y como la resolvieron (¡gracias Matías!)

“Perfecto Diego! Me pasó con un tema muy puntual en mi empresa y con mi equipo. Nosotros somos los encargados de procesar todas las solicitudes de los Clientes y la de cargar “Créditos Eventuales”  es la que se lleva casi el 40% del tiempo!  Esta opción se encuentra disponible en nuestro acceso exclusivo Clientes en la Web. 

Desde ya que lo ideal para nuestra empresa es que el Cliente realice la tarea él mismo a través de la Web; pero nosotros no podemos forzar la incomodidad ya que estaríamos atentando directamente contra nuestra rentabilidad.!  

¿Qué estrategia implementamos? Optamos por no obligar al Cliente a que se maneje por la Web y aceptamos todas sus solicitudes, pero en la respuesta de confirmación siempre adjuntamos un simple manual que indica cómo realizar la misma acción desde la página web y los beneficios que esto le puede otorgar.

Por otro lado, iniciamos una campaña vía email y telefónica para incentivar el uso de la página haciendo foco sobre los “momentos clave” en los cuales la Web puede solucionarle un grave problema. Esta campaña de 1 mes de duración logró disminuir casi un 30% la cantidad de solicitudes de este tipo y por consecuencia el uso de la web se incrementó muchísimo, con la cantidad de otras ventajas que esto implica.

Cuando leí tu columna inmediatamente linkié con lo que nos pasó a nosotros y quería compartirlo. Muchas gracias!  Matías.-

PD: Yo también prefiero hacer las 2 cosas en un mismo lugar!

¿Opción u obligacion?

Otra vez, una nota con un disparador en un aeropuerto … En este caso, y de la mano de una aerolínea.

Les describo la situación: la aerolínea que elegí ha instalado terminales auto servicio en aeropuertos, de manera que el cliente pueda él mismo hacer el check-in e imprimir su tarjeta de abordar y realizar luego, si tiene valijas para despachar, un trámite mucho más rápido y sencillo en el mostrador tradicional. La lógica de esta iniciativa es plausible: se gana en eficiencia, se bajan los tiempos de espera, y seguramente los costos. ¡Excelente!

Ahora bien, ¿qué pasa cuando alguien, como es mi caso, “prefiere” ir al mostrador y hacer las 2 cosas juntas?

Es decir, en lugar de ir primero a un lado (autoterminal de check in) y luego al otro (despacho de valijas), ir una única vez a un sólo lugar? La empresa NO te lo permite, te obliga a hacerlo en 2 pasos (lo que resulta una incomodidad).

Esta situación me despertó la reflexión del título: en el servicio, NO es lo mismo dar más opciones que forzar obligaciones. Si el servicio nuevo está pensado para agradar al cliente y ofrecer algo más, dónde é pueda elegir más variables en función de su gusto, todo es bienvenido. Pero NO, cuando lo que hacemos es imponer condiciones, y en lugar de ampliar el abanico de opciones, lo que hacemos es al revés, forzar la incomodidad.

Opción y obligación, no es lo mismo. Es interesante pensar antes, que efecto tienen nuestras decisiones en el libre albedrío de nuestros clientes. Y reflexionar si realmente agregamos valor, o quién es el destinatario final de ese valor.  

Página Web en 3 D

Hace unos meses publicamos una nota acerca de una publicidad en 3ra Dimensión.

Siguiendo con el mismo impacto visual, le presentamos el lanzamiento del nuevo smartphone de Panasonic llamado ELUGA cuya característica diferencial es que es resistente al agua.

Tomando este atributo como concepto, la agencia Scholz & Volkmer (Alemania), creó en exclusiva un anuncio especial en 3a Dimensión en la página web smartphones.panasonic.eu/es. En la acción se encuentra una modelo rodeada de agua con un Eluga, que parece rechazar el líquido. Para la grabación de estas escenas “heladas” en 3D, se utilizaron 80 cámaras.

Los invito a clickear en smartphones.panasonic.eu/es y disfrutarlo como lo hice yo.

Stephen King

¿Quién no conoce a Stephen King? Escritor famoso si lo hay, recientemente leí un resumen de su libro “On Writing”. Les transcribo el resumen en inglés, porque es muy claro y porque en su traducción tal vez se perdería parte de la simpleza de lo que se describe.  

  1. Good writing is often about letting go of fear and affectation
  2. Stories and novels consist of 3 parts: narration, which moves the story from point A to point B and finally to point Z; description, which creates a sensory reality for the reader; and dialogue, which brings characters to life through their speech
  3. Writing is refined thinking
  4. Description begins in the writer/’s imagination, but should finish in the reader/’s
  5. Reading is the creative center of a writer/’s life
  6. Your job isn/’t to find these ideas but to recognize them when they show up
  7. You cannot hope to sweep someone else away by the force of your writing until it has been done to you
  8. Books are uniquely portable magic
  9. Boredom can be a very good thing for someone in a creative jam
  10. Writing is seduction
  11. One of the really bad things you can do to your writing is to dress up the vocabulary……This is like dressing up a household pet in evening clothes. The pet is embarrassed and the person who committed this act of premeditated cuteness should be even more embarassed.

Writing is about communication, great writing for me is about the creation of a picture. A picture which is framed by the author but filled in by the reader…Do you paint with words?

Una joya para aquellos que nos gusta la lectura y dedicamos nuestro tiempo a escribir y al arte de la comunicación. Destaco sobremanera el segundo punto y el último. 

La maldición del Pingüino

Esta nota está dirigida a expertos y no expertos en marketing digital. No voy a hablar de animales ni de política. El pingüino que hace alusión el título se refiere a la nueva actualización del algoritmo de Google, llamado Google Penguin, lanzada el 24 de abril de este año y que ha traído algunas repercusiones.

Hasta ahora Google siempre premió a las páginas que habían hecho bien los deberes y desarrollado un buen SEO (optimización) con altas posiciones en los buscadores. Pero este nuevo algoritmo introduce la penalización (concepto de SEO negativo), lo que ha despertado críticas. ¿Por qué? Por lo difícil que resultaría  entonces ahora “optimizar”, dado que mucha optimización es bienvenida, pero si te pasas y te excedes, te ves penalizado.

¿Qué penaliza Google Penguin? En principio penaliza a las llamadaswebspam”, o sea páginas que logran estar en los primeros lugares de las búsquedas de Google pero mediante artilugios diversos (ver Webmaster Quality Guidelines), defenestrando a aquellas páginas que sólo trabajan en función de lograr más tráfico y castigando abusos. Pero así como Google premió siempre la buena optimización SEO, ahora también castiga el uso excesivo de la optimización SEO, lo que puede ser confuso.

Este giro de Google ha despertado polémicas y no ha sido bienvenido del todo por la comunidad digital. Algunas páginas con mucho uso de las herramientas de optimización SEO se han visto “castigadas” y  desaparecer del mundo de Internet, no siendo indexadas por Google y con el consecuente efecto negativo (pérdida fuerte de tráfico). Una especie de censura, así argumentan.

Si NO es experto en marketing digital, ¿Usted cree que al usar Google, uno surfea Internet? ¡NO! Uno accede a lo que Google considera que te interesa de la red, no lo que realmente existe. Un criterio muy particular y subjetivo, que parece agravarse con la maldición del pingüino.

Crackle

El futuro no está en la TV, sino en las tablets (tabletas)”.

¿Quién dijo esto? ¿Steve Jobs? NO. Lo dijo Rob Wiesenthal, Chief Strategy Officer de Sony. Según Wiesenthal, cada vez más y más los consumidores utilizarán este tipo de formatos para poder ver y disfrutar de contenidos audiovisuales.

Coherente con esta idea, Sony ha lanzado, sus propias tabletas: Sony Tablet P y Sony Tablet S a precios más que razonables y que operan bajo el sistema Android.

Pero por sobretodo y lo que más me llamó la atención, Sony lanzó una página Web llamada Crackle (www.crackle.com.ar) – aún en estado Beta- donde se pueden ver en vivo y en directo tanto películas como series, en forma totalmente GRATIS, sin pagar un centavo. Si, leyó bien, totalmente gratis.

www.crackle.com.ar 

 ¿Un gigante de los medios poniendo a disposición de sus clientes, el contenido totalmente gratis? Creer o no, es lo que ofrece Sony a través de esta página.  

Dr House y el Marketing

(El día lunes 21 fue el último capítulo de la serie Dr. House, mi serie favorita de los últimos años. A modo de “homenaje”, vuelvo a publicar la nota que escribí hace 2 años sobre la relación entre Dr House y el marketing. ¡La voy a extrañar!.)

Una de mis series favoritas es Dr. House.

 

 

No porque me guste particularmente la medicina (de hecho, entiendo muy poco), sino lo que me encanta es la aplicación del método científico en la resolución de problemas médicos de altísima complejidad y riesgo.

Gregory House es una serie de Sherlock Holmes (de hecho el nombre House es un guiño cómico a Home) que a través de la inducción, deducción, hipótesis, etc., va encontrando su camino a la solución práctica. Es un proceso de “ensayo y error” que no pocas veces los pone al borde de la muerte. Si no funciona, se pasa a una nueva hipótesis, y así sucesivamente. Y cómo es una serie de TV, los pacientes se salvan (o casi siempre, muchas veces milagrosamente).

¿Qué tiene que ver Dr. House con el marketing?

En marketing nos encontramos con situaciones similares. Cual doctores, somos convocados dado que las empresas tienen problemas, que desean solucionar y no saben como.

Pero como en la serie Dr. House, los problemas son los síntomas, pero no las causas. Nuestro rol es entonces hacer un buen diagnóstico de situación, para poder atacar los orígenes de esos síntomas. El desafío es que muchas veces no tenemos ni el tiempo ni los recursos para realizar el análisis de situación que se debería. La ansiedad obliga a acortar caminos y llegar rápido a propuestas de cambio.

En estos casos, y cual detectives del marketing, apelamos a nuestra experiencia y nuestro conocimiento para manejar hipótesis. ¿El producto o servicio ha perdido competitividad? ¿La marca no está siendo trabajada correctamente? ¿La estrategia de canales no es efectiva? ¿La comunicación desplegada es inconsistente?. Con unos pocos indicios, se puede arriesgar las hipótesis posibles, y sobre ellas si focalizar el análisis.

Como Dr. House, el conocimiento adquirido en la escuela más la experiencia en los negocios permiten ser muy certeros con estas hipótesis y de esta forma ser muy efectivos: en el acierto del diagnostico y en la celeridad de las propuestas correctivas.

Sin la carga emocional de la serie, el trabajo de marketing puede ser muy similar al trabajo de un doctor (y famoso).

Soy pobre SI tengo Blackberry

La semana pasada escribí la nota “Soy pobre no tengo Blackberry“. Esta segunda nota sería como una especie de continuación de la anterior. Se inspira en función de un comentario de un amigo que luego de leer la nota, me escribió diciéndome: “¿Cómo Blackberry? ¡Qué Pobre!  El rico tiene Iphone”.

Me acordé entonces también de un seminario que di hace unos meses en Ecuador, donde la mayoría de los presentes tenían y usaban insistentemente sus Blackberries (donde  algunos de los participantes tenían hasta 2 aparatos en uso). Les dije: “¿Ustedes saben que en 2 años, el aparato que tienen entre manos NO lo van a usar más?” Me miraron entre escépticos y extrañados, pensando en lo útil que les resultaba hoy  o en lo tanto que habían deseado tener y terminaron pagando por tenerlo.

No lo dije porque leo el futuro, sino simplemente por observar lo que ha pasado en otros lados. La mayoría de los aparatos que circulan y se masifican en Latinoamérica, son de tecnología vieja, anticuada, y muy superada por otras opciones. Que sirve como primer uso, pasando de un celular común a un Smartphone como el primer salto posible, pero no mucho más, porque hay disponibles tecnologías muy superiores y que prontamente son adoptadas por los sectores altos y medios.

Es para destacar entonces como puede cambiar la percepción de la gente en tan poco tiempo. Donde un producto y su tenencia, puede pasar  rápidamente de ser  objeto de deseo y percepción de riqueza (“Premium”), a ser un objeto de poca estima, poco deseado, casi despreciable (“Masivo”).  Lo que hoy puede sonar para “ricos” (tener una Blackberry) en el futuro muy cercano, va a ser un producto “para pobres”. En muy poco pero muy poco tiempo.

Tal vez, parafraseando a la mujer aquella del aeropuerto, pueda ser que la escuche decir próximamente “Soy pobre, tengo Blackberry pero no Iphone”.

El marketing digital NO es todo color de rosas

Me cansan pocas cosas, pero una que realmente lo logra es cuando se tocan temas sin la profundidad necesaria. Especialmente cuando el que habla se declama experto en un tema y se supone que sabe, conoce, opina y da cátedra sobre el tema.

Recientemente  me ha pasado esto con 2 expositores en 2 seminarios a los que accedí en los últimos días en distintos lugares.  Ambos se presentaron como expertos en marketing digital, y sus palabras giraron alrededor de “El mundo ha cambiado”, “Internet es el futuro”, “Los consumidores tienen ahora el poder”, y “Hay que estar primero en las búsquedas de Google”.

Sin duda, todas verdades, todo muy cierto, pero muy poco para destilar. ¿Alguien puede no estar de acuerdo? Pero todos  ya sabemos eso, lo que uno espera es un poco más, algo más profundo, más incisivo, más concreto. Llevarse algo funcional para el pensamiento, reflexión o aplicación posterior.  Si no, es una pérdida de tiempo, y cuando eso pasa me da bronca al principio y si se repite, me cansa.

Siempre digo, que odio las cosas trilladas, y me apasiona desafiar las cosas dadas por hechas o encontrar temas que replantean lo dado por sentado.

Les comparto entonces un ejemplo en esa línea. Recientemente, la empresa General Motors (multinacional grande si lo hay, llegó a ser la empresa número 1 del mundo en términos de facturación) ha decidido cancelar toda inversión en publicidad en Facebook. ¿Las razones? La falta de efectividad y rentabilidad.

Sorprende enormemente, porque estamos hablando de un gran inversor a nivel mundial. Sus números son claros: invertía alrededor de US$ 10 millones de dólares anuales en anuncios pagos en Facebook. Lo que no cambia es su decisión de si estar en Facebook, pero con contenidos, donde sigue apostando y fuerte en las redes sociales.

La noticia se conoce justo antes de que Facebook salga a la bolsa – lo hace mañana y se estima una valuación búrsatil de US$ 100 billones de dólares (sí, leyó bien).

¿La decisión de General Motors afecta a Facebook y su modelo de negocios (donde la publicidad es su gran fuente de ingresos, calculada en US$ 3,7 billones de dólares anuales)?. Seguramente no, pero da para pensar.  Es una voz “en contra” en algo donde todos pregonan “a favor“.

¿Es cierto lo que esgrime GM? Como anunciantes, ¿cómo nos ha ido en acciones de publicidad paga en Facebook? ¿Nos fue bien o tuvimos resultados poco satisfactorios como esgrime GM? Pero también como usuarios, ¿recordamos alguna publicidad vista en Facebook? ¿Hemos recientemente clickeado en alguna interesante?

Este tipo de novedades son las que realmente valen la pena. Aquellas que nos separan por un rato del camino de lo obvio, de lo trillado, de lo fácil y de lo superficial. No compremos los discursos facilistas, no compremos las verdades sin profundidad. Por el contrario, busquemos y exijamos en los expertos un poco más de desafío y repensar sobre lo conocido. Como en este caso, sobre el marketing digital.

Soy pobre no tengo Blackberry

Hace unos días estaba en la fila  en un aeropuerto esperando para hacer el check-in, cuando escuché como una mujer le decía a otra la frase del título: “Soy pobre, no tengo Blackberry“.

¡Qué frase! Les cuento que la mujer no tenía nada de pobre, pero ella ASI se sentía. ¿Cómo puede ser?

Esta frase me recordó un poco lo que vivimos en el mundo de hoy, donde la gente percibe y se percibe en función de las cosas que tiene o no tiene. Esta escala de su propia percepción y el sentido del tener tienen impacto directo en su visión del mundo y cómo está ubicada la gente según esa mirada.

Esa mujer no es pobre, pero se siente pobre. ¿Qué es lo que importa, la realidad fáctica o lo que ella cree que es? Definitivamente, lo segundo, porque hablamos de sentimientos, y sensaciones. Es tal el impacto que tienen algunas cosas materiales (donde la tecnología es un gran disparador), que la tenencia o no de un determinado bien precipita sentimientos fuertes como los del título.

La pobreza no pasa por tener o no una Blackberry, pero “parece” que sí. En estos casos, es como que se presentan 2 mundos bipolares: lo tenes o no lo tenes. Si lo tenes, estás cómodo y confiado. Si no lo tenes, te falta algo, tenes angustia o ansiedad, o sentimiento de exclusión, de estar fuera, de no ser parte, de ser distinto o menos. O como dijo la mujer, de ser pobre.

El marketing tiene mucho que ver con esto. Marketing trabaja para despertar sensaciones en la gente, sensaciones de vacío, de baja autoestima, de interés, de deseo por estar “en el otro lado”. Sin embargo, es importante también entender que la tenencia (o no) de cosas, no nos vuelve más o menos pobres o ricos, aunque asi pareciera. La verdadera riqueza o pobreza pasa (o debería pasar) por otro lado.

¿Hitler?

La publicidad ha apelado tradicionalmente a distintos íconos históricos para promocionar sus productos. Los ejemplos que les copio a continuación han utilizado la figura de Hitler para, siempre jugando con el absurdo, llamar la atención.

¿Es recomendable la utilización de personajes tan controversiales? ¿Ayudan o no ayudan a las marcas? ¿Existe un límite que no se debe cruzar?

Creo que hay historias y personajes del pasado que no pueden ser utilizados de ninguna manera.  Llamémoslo moral, ética o simple sentido común, pero el uso de Hitler para la publicidad es seguramente atravesar un límite muy delicado y no recomendable.

Hace muy poco tiempo en Turquía se utilizó la imagen de Hitler para promocionar un shampoo. Fue fuertemente resistida y finalmente la pauta fue cancelada.

¿Viste una publicidad en 3 D?

Sorprendánse tanto como me sorprendí yo.

NO hacen falta ni anteojos, ni tener una pantalla LED ni un monitor especial. Se ve espectacular y se nota muy bien el efecto 3 Dimensión. Para apreciarlo mejor hay que verlo en pantalla completa.

Este comercial llamada “Legendary Biru” tiene origen en Canadá, para una de las marcas de cerveza más populares de origen japonés, Sapporo. Fue realizado por la agencia Dentsu y no se queda sólo en el efecto, sino que seduce con su contenido y sorprende por su producción. Llevó un mes de trabajo y se filmó en China. Una joyita.

Más de realidad aumentada: Mercedes Benz

Para los fanáticos de la tecnología aplicada al marketing, les comparto otro ejemplo de la aplicación de la realidad aumentada para Mercedes Benz.

Este ejemplo llama la atención, primero porque la misma se integra en una aplicación para los formatos Iphone y Ipad.  El video además es muy completo, dado que no sólo muestra el resultado final, sino que didácticamente va describiendo los pasos necesarios (no son muchos) para poder utilizar la aplicación en forma correcta.

¡Qué bien le sienta esta acción de marketing a esta categoría de producto!

Conceptos

Cuando se aborda el tema publicitario en marketing, se estudia primariamente la forma de llegar al consumidor y qué decirle y con qué fin. Es muy tentador, y las publicidades históricas así lo ratifican, querer llenar el tiempo y los espacios con mucha información, de manera de así convencer a los consumidores y éstos, atraídos por este caudal de data, vengan a buscarnos para comprarnos y relacionarse. 

Sin embargo, y como la experiencia nos indica, la información no seduce, lo que seduce es el atractivo del mensaje. No hay mucho tiempo ni atención disponible, hay que ser muy claros y específicos sobre lo que queremos transmitir. Nace con fuerza entonces la importancia del CONCEPTO.

Es el concepto lo que finalmente importa. Concepto es lo que queremos transmitir. Concepto es el eje argumental de mi esfuerzo publicitario. Concepto es la magia que despierta interés y que termina justificando el ejercicio de la comunicación. Sin concepto, las campañas pierden fuerza y tienen poca sentido.

El concepto se nutre de riqueza creativa. El concepto no necesita mayoritariamente de palabras, se puede valer de otros recursos, y sobre todo jugar, con la tensión y la emoción como pilares.

A continuación, les comparto algunos ejemplos donde lo que se destaca es el Concepto. No esperen mensajes trillados, ni jingles, ni descripciones de productos o call to actions. Son ejemplos trabajados con el concepto como eje. No por nada son geniales. Y en lo personal, son los que más me gustan.

Mancha  / Pega-pega (juego de niños)

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