Todos hablan del QUÉ. “Hay que ser líderes del mercado”. “Hay que crecer en ventas”. “Hay que lograr posicionar nuestra marca”. “Hay que ganar share of wallet”. “Hay que lograr que nuestra marca sea conocida y que sea top of mind”. “Hay que duplicar la cantidad de fans”.
Definir el QUÉ es muy fácil. Hay que entender el grado de ambición y definir objetivos dentro de un marco realista…pero es la parte más fácil.
Sin embargo, dedicamos horas y días en las empresas, definiendo el QUE. Hasta discutiendo y argumentando por mucho tiempo: encontrando dentro de un marco de negociación, cuál es el mejor QUÉ.
Pero lo que realmente importan, NO es el QUÉ. Es el CÓMO.
En el CÓMO está la verdadera discusión. Es el CÓMO el verdadero factor de éxito. Con el qué en mente, el CÓMO nos lleva a hablar de estrategia, de recursos, de acción planificada (y competitiva). Nos implica definir HOY la clave del accionar futuro. Nos lleva a terrenos de dudas, de incertidumbre, de supuestos y de primeros y graduales logros. Nos enfrenta con nuestras fortalezas y debilidades. Nos hace pensar y repensar. Nos hace dudar, nos genera inseguridades y paliativos al fin.
Por lo tanto, dejemos por un lado, la larga discusión sobre el QUÉ, y centremos nuestras energías en el CÓMO. Es en el CÓMO donde, tal vez, encontremos la solución a nuestro negocio.