“Un buen nombre es lo más valioso que uno puede tener”. Es una publicidad histórica, del Banco Rio.
¿Se acuerdan? Ganó muchos premios, tuvo muchísima difusión, su slogan se impuso. Y sobre todo, utilizó el recurso de los “niños”, pero usado con frescura y relación con el concepto de “Nombre” y su importancia.
Ahora bien … las paradojas del destino … lo que pregonaba el aviso en su cierre …” y durante toda la vida”, en este caso no se dio. El banco fue comprado por el Santander de España, y su nombre está en proceso de desaparición … ahora es el Santander Río, con grandes colores rojos en lugar de azúl, y el barquito y el río han desaparecido …
¿Qué quedó entonces de esta promesa? NADA. Obviamente, en el fondo, lo importante es la trayectoria y el comportamiento, donde la semántica del nombre pasa a segundo plano. En definitiva, el comportamiento y su performance es lo que hacen a una marca, más allá del nombre que querramos imponer.
¿Entonces? Una buena idea, puede no sostenerse en el tiempo. A tener cuidado.
PD: Una perlita más … su slogan era “un paso .. ADELANTE”… que hoy es el slogan de tal vez su principal banco competidor, el BBVA (adelante!). Interesante, ¿no?