Si existiera, sería un golazo. Un supermercado de capacidades, listas para llevar.
Sería muy conveniente y práctico. Veamos la lista: “¿Qué me hace falta comprar?”
A ver.. un poco de liderazgo en algunos gerentes.. ACTITUD! Si actitud, en algunos lugares se nota un poco de desazón. También falta de comunicación… es como que van todos para lados distintos sin mucha coordinación (a pesar de que hacemos reuniones, reuniones).
¿Cultura? No está en este supermercado … debe ser algo muy grande, general, y complejo para comprar de una. Hay “cambio de mindset” que parece que es similar, pero parece que se terminó (mucha demanda)
¿Inteligencia artificial? Es un best seller, todos hablan, vamos a sumarlo, total se implementa en cuotas. ¡Equipos de desarrollo! Eso también. Antes no lo necesitábamos o lo hacían otros, pero ahora parece que es necesario, lo compramos. Viene en combo, con UX, UI y Design thinking.
Sigamos con la lista. “Transformación digital”, “Espíritu emprendedor”. ¿Hay? Sí, pero hay mucha oferta y no sabemos bien cual sirve.
“¿Agilidad?”. No, hay lista de espera. Viene en combo también con Tribus y Scrum de regalo. Listo.
¿Existe este supermercado? No, y por una sencilla razón.
Todo lo que se describe es parte del complejo proceso gerencial que hace falta tener para gestionar un negocio exitoso. De caras adentro, con impacto afuera.
Ojalá existiera ese supermercado o un delivery de entrega personalizado de las capacidades para triunfar. Pero no. El desafío de tener capacidades es tal vez el más dinámico y menos atendido. Requiere foco, tiempo de desarrollo interno, y y/ o inversión para la adquisición externa. Paciencia y urgencia a la vez. Sin atajos.