En la nota anterior remarcábamos como la atención es un bien escaso, y como la creatividad es un camino posible para despertar el interés de los consumidores.
Pero el llamar la atención tiene sus límites. Veamos este ejemplo:
RENAULT USADOS. Paula Hernández, 40 años, 2 veces divorciada.
Así, NO se debe llamar la atención. Podemos discutir si este aviso es creativo o no, pero en definitiva, es una discusión que NO importa. La atención se debe llamar, y lograr, pero con algunos criterios que no se deben trasponer. El respeto, ante todo.
No todo vale, con tal de llamar la atención. Y es el consumidor el que finalmente juzga (y te juzga) si esto no se respeta.