La mayoría de las marcas buscan entablar con sus consumidores relaciones duraderas e íntimas. Para poder lograrlo, es clave contar con información crítica y personal de ellos, para poder conocerlos en detalle y de esta forma acercarles propuestas que valgan la pena.
Las herramientas enmarcadas dentro de la Web 2.0 son vistas cada vez con más atención, porque en ellas los consumidores son invitados a hablar y conectarse, y así lo hacen: los consumidores se expresan y dicen y conversan.
Sin embargo, estos diálogos, para que valgan la pena y tengan valor para las marcas, tienen que ser profundos. Si sólo se basan en comentarios superficiales, no son suficientes.
Las marcas necesitan que los consumidores compartan algo más que quejas o comentarios aislados. Necesitan que compartan sus sentimientos, se abran, que expresen sus deseos, sus sueños, sus necesidades más íntimas.
Es esta, la información íntima, la que sirve, la que sea base para que las relaciones se establezcan y duren.