Hace 2 años escribí una nota titulada ¿Necesidad o Deseo?. En esa línea, hace unas semanas salío publicada en La Nación la nota del título escrita por Mariano Donadio, que aporta sobre este tema y me pareció muy interesante para compartir.
“La búsqueda de la felicidad personal es la gran epopeya del siglo XXI. Todo el mundo la persigue. Los biólogos escarban la corteza cerebral para encontrar las células que le dan origen; los románticos salen a buscarla en otra persona. La psicóloga Marsha Richins, de la Universidad de Missouri, fue a medirla en un shopping, esos templos de la felicidad capitalista.
Su investigación -compuesta por cientos de encuestas acerca de los estados emocionales de los compradores- observa que antes de una compra se siente júbilo, excitación y optimismo. Se llega a tener la idea de que la compra va a transformar la vida en una forma positiva. Sin embargo, después de la compra empieza el “declive hedonístico“, en el que los sentimientos de felicidad se disipan.
Las conclusiones ubican el pico de la felicidad en aquellos momentos en los cuales un sujeto elige su objeto, lo desea y se dirige hacia él. “Desear nos hace más felices que poseer“, concluye Richins. La felicidad -agregamos nosotros, con sabiduría zen- no se encuentra al final del camino: ella misma es su búsqueda.”