Según la firma BCG (Boston Consulting Firm) y en base a la encuesta realizada en 22 países a 22,000 mujeres, el sexo femenino controla el 65% del consumo mundial (alrededor de $12,000,000,000,000 dólares), y se espera que controle el 72% para el año 2028.
¿Qué consecuencias despierta y cuál es su impacto?
El poder de la mujer como factor de influencia no es nuevo, pero estas cifras indican que en lugar de compartir su poder, el mismo se acrecienta y se consolida.
Los datos son categóricos y para el marketing indican una gran verdad: las mujeres no son un segmento a quien dirigirse, sino que son EL MERCADO. Ya no pueden pensarse como una opción más, porque lo son en su totalidad.
Todo indica que el marketing le debe hablar a las mujeres y comprenderlas, mucho pero mucho más. No como la curiosidad con que se mira a una minoría, sino con la urgencia de ser una población masiva. Las mujeres tienen y ejercen un papel y rol que trasciende el color rosa de un packaging o el tipo de foto que se ponga en una publicidad gráfica. Las mujeres SON los consumidores.
De esta forma, el destacar las diferencias con el segmento opuesto como estrategia de marketing, ya no es suficiente. El nuevo desafío es entender a la mujer entre las mujeres y buscar e indagar con mayor profundidad, lo que sienten y piensan.
En definitiva, lo que Freud no pudo, el marketing lo debe lograr.