Parecen calcadas, o cortadas por la misma tijera.
Las publicidades en la época del Mundial, todas siguen una línea más o menos similar. Las marcas que se “pegan” al Mundial / Selección Nacional enarbolan la bandera en gran parte de sus publicidades. No puede faltar una serie de amigos mirando la tv, gritando goles, abrazándose, saltando de sus sillones, y con algún beso efusivo a la bandera, al escudo, a la pelota, y mirando al cielo agradeciendo a la victoria. Y en estas imágenes, la marca propia de referencia, que acompaña (en forma lógica a veces, y en otras un poco descolgada) a tal evento.
Todo mientras se acompaña con una música estridante, convocante, marchosa, un segundo himno a la patria.
Pregunta, ¿es necesario? ¿hace falta? ¿dónde está la creatividad? ¿por qué tiene que ser todo tan igual, tan parecido? ¿es así como logramos engagement, apego, reconocimiento?
Es cierto que hace tiempo, las primeras publicidades que tuvieron esta lógica fueron realmente disruptivas. Sino ver el ejemplo de “Benditos” (clickear en la imagen)
Pero ya pasó mucho tiempo. Ya fue. El marketing está pidiendo otras cosas. Por suerte.