Se inicia como cualquier publicidad habitual (aunque algo exagerada y cursi) de la marca Doritos, hasta que de pronto, no es lo que parece…
Lo que pretendía ser una publicidad más, termina siendo una gran denuncia a una empresa que parece comprar 427.500 toneladas de aceite de palma cada año, y cuya producción causa la destrucción de la selva tropical y amenaza a las especies de la zona hasta la extinción.
Pero más allá de la denuncia, lo que funciona muy bien es que su caudal discursivo corre por los mismos carriles de la marca que critica, hasta que sorprende con un giro no esperado.
La ONG SumOfUs.org ha sido la responsable de este caso, raro en su especie y que seguro veremos otras opciones similares a futuro.