Antonio tiene una panadería cerca de mi casa. Hace menos de un año que compró el fondo del comercio, y la verdad que ha logrado el reconocimiento del barrio. En el local, con una atmósfera quedada en el tiempo, Antonio no ha hecho ningún arreglo, ha dejado todo como estaba. Pero ha suplido esa falencia con un producto mucho mejor que el anterior, y a buen precio.
Antonio no es muy simpático y de mucho hablar, pero si es un hombre de trabajo. Tiene abierto todos los días, incluso los lunes y los domingos a la tarde.
Algo se le nota a Antonio. Le encanta lo que hace, se ve que la panadería es su vida, y lo demuestra en sus productos. Antonio es paraguayo, pero aprendió el oficio en España.
Precisamente de España (gracias Pablo!), y luego de la nota Cuando la vocación no es todo (o sí) llega este nuevo aviso de Nutella, que ha logrado una interesante repercusión viral y que destaca el oficio del panadero. Un oficio donde esta màs que claro que la vocación juega un rol muy importante.