En su campaña electoral de 1992, el entonces candidato Bill Clinton hizo famosa la frase “es la economía, estúpido!” (en inglés…suena más suave …), resaltando el hecho de que a la gente, lo que realmente le importaba … es que la economía … ande bien.
Ahora, no es novedad, pero cada vez es más evidente, que el talón de Aquíles en las empresas es el tema “Sistemas”. Aún las empresas más manuales, o menos tecnológicas, tienen hoy una clara dependencia, para desarrollarse y evolucionar, en Sistemas.
Sistemas es una “capability” rara en las organizaciones de hoy. Las empresas la reconocen como importante y fundamental, y ESCASA. Pero no todas la piensan como una capacidad a desarrollar, sino que se piensa como un costo, o como un recurso externo y asociado, y variable, y MUY CARO.
No sólo el ser caro, la limita, sino también la disponibilidad de su tiempo. El ejercicio de “priorizar” horas de Sistemas, es un tema crítico hoy en las organizaciones. Crítico, y frustrante.
“Sistemas nunca cumple”, “son lentos”, “no entienden el negocio”, “demasiada burocracia” o “falta de respuesta”, son algunas de las quejas que se escuchan normalmente. Con sus consecuencias: “así no podemos competir”, “el plazo prometido nos saca del mercado”, “dejamos de ser relevantes” o “cuando implementemos no nos va a servir”.
Pero también sufre el cliente. Los vaivenes de sistemas generan cambios en las ofertas y en las condiciones de relación muchas veces, donde el cliente termina o sufriendo las imperfecciones o “bancando” los cambios que lo pueden afectar en el día a día.
¿Es Sistemas entonces el elemento crítico hoy? No me equivocaría decir que las empresas hoy son realmente empresas “sistemas-dependientes” y donde el recurso más escaso son las HORAS DISPONIBLES DE SISTEMAS para programar y desarrollar. Dicho esto, ¿qué se está haciendo con esto? ¿Se niega esta situación, se va a convivir eternamente con esta falta? ¿Qué se va a hacer?
La respuesta tal vez las dan las nuevas empresas nativas tecnológicas. Donde TODO gira alrededor de sistemas. Y casi no tienen empleados, sino “desarrolladores”. Y donde codificar es casi tan importante como respirar. Es seguramente ESE, el futuro empresarial, para este tema.