El otro día en una reunión importante gerencial, se debatía temas importantes, de negocios, estratégicos. Y muy alegremente, se compartían novedades, descubrimientos, certezas y predicciones.
Todo lo que se trataba y se compartía, eran razonamientos primarios surgidos de lecturas rápidas y fugaces de titulares. Verdades superficiales, parciales y poco profundas. Muy de Twitter (de 140 caracteres).
Así gerencia cualquiera.
Pero nuestra profesión, requiere más que saber leer redes sociales y noticias. Eso lo sabemos hacer todos. El ejercicio de la profesión requiere un conocimiento más profundo y acabado, que no surja solo de Twitter.
Es deber del profesional, tener la capacidad de la investigación, de la lectura, de la indagación y del análisis profundo. Motivado por la curiosidad, por las circunstancias o simplemente porque es lo que hay que hacer, lo importante es que lo que sale en los diarios es el iceberg de temas que requieren mayor conocimiento y tiempo.
Es que tiempo es lo que siempre falta, y lo que no se quiere invertir. Pero para saber decir “yo sé”, hay que tener la vergüenza de opinar sabiendo, lo que implica investigación, desarrollo, lectura, análisis y ahí si opinar con criterio propio. Opinar por opinar con pocos datos y opinión prestada…no alcanza.
En definitiva, en este mundo superpoblado de “tweets”, gerenciemos en serio, con la verdad probada y la opinión formada.