Al pie del arbolito de Navidad, y repasando la realidad del marketing y lo que le toca atravesar y pasar … ¿Qué deseos marketineros podemos o queremos que se cumplan el año próximo?
En mi caso particular y más allá de la revolución tecnológica, el mejor deseo que puede pedir al marketing… es que se acuerden que marketing no es acerca de tecnología, sino sobre personas.
Que la tecnología se cristaliza en optimización, eficiencia y datos, pero no dejan de ser medios, son herramientas que nos deben llevar y facilitar las cosas para lograr hacer lo importante, que es llegar los clientes con algo que valga la pena (el famoso “valor”) y lograr de alguna forma conmoverlos, movilizarlos, sacarlos de su modorra, para que nos presten atención y nos elijan.
Si creemos que es al revés, si creemos que el marketing es solo planillas de Excel, medición de cálculos, y suma de impresiones … estamos mirando solo una parte de la película. La tecnología ayuda y mucho, pero no logra realizar lo más importante: “despertar” emociones en la gente.
Por suerte, hay veces que logramos dar en la tecla y emocionar como corresponde. Y sino, veamos esta publicidad reciente de una marca española Ruavieja, que nos da lecciones: el propio mensaje del aviso (tecnología vs afectos) y sobretodo como todavía podemos lograr llegar a la gente de manera sensible y directa (y logrando records de visualizaciones). Clickear en la imagen o en este link.
¡Felices Fiestas!