Chupamedias (definición): persona que alaba en forma exagerada y generalmente interesada,a alguien, para conseguir un favor o ganar su voluntad.
¿Sirve ser chupamedias en las empresas? Me encantaría poder decir o expresar algo contrario o algo diferente. Poder decir que es un ejercicio en vano, que no genera ni aporta nada, que el ser chupamedias no tiene sentido, y que lo mejor es siempre ser sincero, manejarse con criterios individuales, y que los resultados llegarán como resultado del esfuerzo y no de la obsecuencia.
Pero no.
En mi experiencia, y muy a mi pesar, el ser chupamedias generalmente “garpa”, rinde, y se termina imponiendo.
¿Cómo? ¿Por qué?
Porque se dan la conjunción de dos factores difíciles de modificar. Por un lado, la gente, que entiende que llevarse bien, adular al jefe y caerle en simpatía es el camino menos riesgoso. Por el otro lado, y ahí el gran hallazgo, es que al jefe, al gerente, al director de turno le atrae, le cae bien y le gusta que le chupen las medias. Por debilidad de carácter, inseguridad, gusto por el reconocimiento ajeno o simplemente por ego, o la mezcla de todos estos factores o más.
Convivimos entonces con la convalidación del ser chupamedias como eje predominante de la relación gerente- empleado. Donde el reconocimiento, el ascenso esperado o la oportunidad laboral dependerá tanto por los méritos reales o la capacidad profesional, como por la eficacia desplegada en el saber ser el obsecuente estrella.
El que no lo haga o externalice, corre riesgos, como el ser desplazado, quedar en falta, no ser parte del séquito y al final de la historia tener que busca nuevos rumbos. ¿Es demasiada drástica la afirmación? Puede ser: pero los invito a que observen con ojo crítico a su alrededor, y luego me cuentan.